Me siento una bestia de carga.

Vivo para trabajar y trabajo para vivir...o al reves...o no está aun muy claro. Con señora y dos hijos, uno se acostumbra a un cierto nivel de vida. ¿Y para qué? Llevo 6 años como abogado para una conocida institución, no tengo un mal pasar, soy parte de la endeble clase media que lucha por emerger. ¿Y para qué? El año pasado un colega penalista , con 45 años de edad, en la cúspide del "sueño chileno" -por reemplazar el calificativo de sueño americano, que no me identifica-sufre un infarto al miocardio y fallece.

A veces me despierto y es difícil entender para qué hace uno las cosas...parece como si éstas se apoderaran de nuestros hábitos y desiciones. Me convierto un un esclavo solapado, cubierto por un fino barníz de libertad.

¿Para esto posteo? ¿Para impregnarlos de esta sensación de vacío que cada vez más me embarga? ¿Es el tener una pega estable la clave de la felicidad? Nada más lejano a aquello. Se los doy firmado.